Detalle bonito:

Lo he leído en alguna parte y creo que, para aquellos que estamos tratando de educar a niños nos puede ayudar… Siempre considero que cualquier aporte es bienvenido, y mejor aún si viene  de la mano de los Reyes Magios de Oriente!!

La idea es la siguiente: por la mañana cuando los niños ya hayan abierto los regalos les haremos encontrar unas cartitas de parte de los reyes para cada uno de los niños de la casa. (La creatividad está a cargo del responsable de la casa….)

El mensaje será:

«Hola Juancito, me gustaría que en este año que viene mejores tus estudio» Firmado Gaspar

«Hola María, deberías tener tu cuarto más arreglado!» Firmado Melchor

Y así lo que necesitemos reforzar en el niño.

Idea bastante chula y muy útil!!!!!!!! cartareyes

Los Reyes Magos y el día que los niños, ya creciditos, hacen «la pregunta»

tres reyes magos

A todos no pasó, y  nuestros hijos les pasará algún día y cada año que pasa se acerca un poquito más el momento en que preguntarán si realmente existen….

Tanto si tienen algún amiguito con un hermano mayor que ya sabe todo y le cuenta el gran secreto al pequeño, como si nos descubren alguna compra no muy bien guardada, sabemos que en algún momento aparecerá esta primer gran pregunta: Papa/ Mamá, los reyes magos existen de verdad?….. He buscado esta carta que me habían leído hace un tiempo para compartirla con vosotros por si os hace falta, me pareció muy dulce y da un pequeño lugar a seguir creyendo en la magia de las navidades que a tantos (creyentes o no) nos causa tanta emoción. Espero os guste!!! (la primer parte la podéis obviar )

Dice así:

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escuchar como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:

– ¿Papa?
– Sí, hija, cuéntame

– Oye, quiero… que me digas la verdad
– Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido

– Es que… -titubeó Blanca
– Dime, hija, dime.

– Papá, ¿existen los Reyes Magos?
El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

– Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

– ¿Y tú qué crees, hija?
– Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso…

– Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero…
– ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!

– No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Blanca.
– Entonces no lo entiendo, papá.
– Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.

Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

– Cuando el Jesus nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

-¡Es maravilloso ver tan feliza un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.

– ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegria, comentó:

– Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero algo así sería tan bonito…

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:

– Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?

– ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.
Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos.

– No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.

– ¡Sería fantástico!. Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.

– Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños?, – preguntó Dios.

– Sí, claro, eso es fundamental, – asistieron los tres Reyes.

– Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

– Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron los tres cada vez más entusiasmados.

– Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:

– Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño, y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos  todos son más felices.

Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:

– Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.

Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:

– No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.

Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

encuesta

IMÁGENES PARA COLOREAR: REYES MAGOS

Imágenes de los reyes para colorear (de google images)

PARA DECORAR TU BELEN!!
1-Imprimir
2-Colorear
3-pegar sobre un cartón y luego recortar por el borde. No cortes las lenguetas!
4- Unir y pegar las lenguetas entre si… y Listo!!!